¿Alguna vez has soñado con crear anuncios tipo película, con planos épicos, sonido envolvente y una historia que haga que hasta tu vecino hable de ello en el bar? Pues despídete de esas cámaras de miles de euros y los focos que te fríen las cejas. Con tu móvil en la mano puedes hacer magia. Tal cual. Nada de postureo. Aquí va la verdad sin filtro, como debe ser.
La revolución está en tu bolsillo (y no es la cartera)
Lo llevas todo el día encima. Lo usas para ver vídeos de gatos, cotillear en redes y mirar memes. Y resulta que ese mismo móvil tiene una cámara brutal que podría estar grabando el próximo anuncio viral. Sí, el tuyo. El de tu marca. Olvídate de la excusa de «necesito equipo profesional». Aquí lo único que necesitas es atreverte a hacerlo.
Puedes grabar con estabilización que parece de película, usar aplicaciones como CapCut o InShot para editar como un pro y meter música, transiciones y textos que enganchan más que una buena serie de Netflix. ¿Que no tienes ni idea por dónde empezar? Tranquilo, que también te dejo un vídeo más abajo para que lo veas en acción, sin humo ni tonterías.
Ideas para anuncios que parezcan hechos por Spielberg… pero desde tu salón
No necesitas un guionista de Hollywood, necesitas claridad en tu mensaje y un poco de calle. Aquí van algunas ideas que funcionan sí o sí:
- Cuenta una historia real: ¿Por qué hiciste lo que haces? ¿Qué problema resuelves? La gente quiere personas, no logos fríos.
- Usa planos cercanos: Nada engancha más que ver emociones en primer plano. Que se note el sudor, la pasión. Nada de filtros de Barbie.
- Incluye llamadas a la acción: Que no se queden mirando. Que hagan clic, llamen, escriban, se muevan.
Y sí, también puedes hacer algo más artístico o loco si va con tu marca. Pero no pierdas el foco: habla a tu cliente como si le escribieras un WhatsApp. Natural, directo y sin rodeos.
¿Lo visualizas? Mira este ejemplo
Te dejo aquí un vídeo corto que lo demuestra. Dale al play y ya verás cómo se te activan las neuronas creativas:
¿Has visto? Sin luces, sin estudio, sin presupuesto. Solo ingenio, ganas y un móvil. La excusa de «yo no sé hacer vídeos» hoy se la lleva el viento.
¿Eres de los que se lo piensa o de los que se lanza?
Si tienes un negocio local y sigues esperando al «momento perfecto» para hacer un vídeo de impacto… te vas a quedar esperando. El momento es ahora, y lo tienes en la palma de la mano —literalmente—. Si quieres que te ayude a arrancar, a grabar o incluso a editar tu primer vídeo tipo tráiler de película, te echo un cable. Nada de tecnicismos, lo hacemos juntos como si lo estuvieses haciendo con un colega en el bar.
Escribe por WhatsApp, llama o pasa por la tienda. Estás a un clic de que tu marca deje de pasar desapercibida.