El truco irreverente para tener una Marca Personal que deje huella sin ser un muermo

Si crees que con tener un logo mono, una web cuqui y una frase inspiradora debajo del nombre ya vas servido para tener una marca personal memorable, vas aviado. A la mayoría les pasa que comunican como muebles: mucho adorno, ningún alma. Aquí no hemos venido a pasar desapercibidos. Aquí hemos venido a dejar una marca en el cerebro (y el corazón) de quien nos encuentra. Con sangre si hace falta.

Las 4 dimensiones de la comunicación: la artillería pesada de tu marca

Ya te digo que si no dominas esto, puedes subir todos los posts que quieras a Instagram, que tus likes van a seguir siendo de tu madre, tu cuñado y tu perro con cuenta propia. Vamos al turrón:

  • Lo que dices: Aquí entra tu mensaje, lo que cuentas. Pero no te flipes con tecnicismos. Habla como come la gente. Si no lo entiende un niño de ocho años, mejora esa frase o quítala.
  • Cómo lo dices: Tu tono, chaval. ¿Eres cañero, irónico, educado de manual o un mezcla rara de todo? Sea como sea, sé tú. Nada huele más a churro quemado que alguien imitando a otro.
  • Cómo lo muestras: Tu imagen, tus fotos, tu estética. Todo eso también comunica. Y sí, importa más de lo que crees, porque el cerebro entra por los ojos.
  • Lo que haces: Tus acciones, colega. Puedes decir que eres cercano, pero si contestas al correo con un «estimado usuario» pareces el bot de Hacienda.

Cuando alineas estas cuatro, ya no estás construyendo una marca personal. Estás fabricando una experiencia que se recuerda. Y eso te pone automáticamente tres pasos por delante de tu competencia, que aún cree que branding es elegir colores pastel.

La marca eres tú, no tu negocio (aunque vendas tornillos)

La gente no conecta con logos. Conecta con historias, con formas de mirar el mundo, con maneras de hablar que les despiertan algo en el pecho. Tu Marca personal es tú multiplicado por 10, con foco, intención y presencia. Si eres un tío serio, sé el más serio del barrio. Si eres una tía incendiaria, quema Instagram con tu mensaje. Deja de pretender ser «profesional» si eso significa neutro, invisible y sin chispa. Profesionales aburridos hay a patadas. Pero una marca personal poderosa se hace con garra, no con vergüenza.

¿Y ahora qué? Dale al click, pero sólo si tienes valor

Esto no va de tener seguidores, va de tener seguidores que te recuerdan. Que repiten tus frases. Que te recomiendan cuando alguien necesita lo que tú haces. Si estás harto de pasar desapercibido y necesitas ayuda para que tu Marca personal tenga la pegada de un martillazo, escríbeme si eres de aquí cerca y te acompaño en este viaje de hacerte inolvidable.

Porque si la gente olvida tu marca, básicamente no existes. Y eso, querido, es peor que un lunes con resaca.

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